Los drones llegaron al consumidor «común» rodeados de polémicas hasta el punto de aparecer leyes que prohibían su venta en muchos países por considerarse que se ponía en riesgo la privacidad de los ciudadanos. No creemos que sea tan alarmante, pero lo cierto es que ahora cualquiera puede colarse en tu terraza y filmar lo que estás haciendo ya que hasta el dron más sencillo integra una cámara capaz de grabar. Sin embargo, estas polémicas lejos de apagar la ansia de la gente por hacerse con uno la avivó todavía más hasta el punto de haberse convertido en uno de los regalos de estas Navidades y uno de los objetos más deseados por la mayoría. Un claro ejemplo de esta creciente influencia la encontramos en la liga que se acaba de crear, que ha convertido a algunos de los pilotos más hábiles en auténticas estrellas del deporte.
Ante la creciente demanda, la mayoría de gobiernos se han decantado por aceptar los drones como un dispositivo tecnológico más que ha pasado a formar parte de nuestras vidas. Pero en Holanda no parecen dispuesto a tolerarlo y la policía del mencionado país ha iniciado una campaña de adiestramiento de águilas para atrapar todos los drones que se crucen por su camino. Suena a película pero es cierto, dicha policía ha habilitado un campo de entrenamiento en el que enseñan a los águilas a «tirarse al cuello» de los drones como si de un conejo o ratón se tratara.
El objetivo de este campaña no es otro que el de erradicar la presencia de estos chismes voladores en las calles de Holanda o al menos el de limitar su uso a unos espacios concretos. Por el momento no se ha generado ninguna polémica al respecto, aunque es de esperar que los primeros indignados se pronuncien en los próximos días.
A continuación os dejamos con el vídeo/presentación de la policía holandesa:
¿Cómo acabará esto?
