Ya hace más de una semana desde que Apple celebrará la Keynote más esperada de los últimos años, aquella en la que iba a dejarnos a todos boquiabiertos con el nuevo iPhone X. No podemos negar que estemos ante un dispositivo revolucionario en comparación al último iPhone que habíamos conocido (iPhone 7), aunque no creemos que el iPhone X vaya a marcar los dispositivos venideros durante la próxima década. Hacemos esta reflexión porque lo que buscaban los de Cupertino con este lanzamiento era volver a cambiar las reglas del juego, volver a ser pioneros con nuevas propuestas y tecnologías que siguieran de pauta para la próxima década.
La gran novedad pasó desapercibida
Era obvio imaginar que nada ni nadie podría quitar los focos de atención al iPhone X, pero lo que nos costaba de imaginar es que nadie le diera la importancia que se merecía al nuevo Watch Serie 3 de Apple. Por primera vez, los de Cupertino se han decidido a crear un reloj inteligente independiente del iPhone, un reloj que nos permita salir de casa sin el iPhone y que el wearable siga teniendo todas las utilidades posibles gracias a que ahora integra conectividad LTE.
Lo primero que muchos dirán es que son muchos los fabricantes que ya tienen en su catálogo un smartwatch con ranura para tarjeta SIM que lo hace totalmente autónomo, pero no podemos olvidar que Apple lleva muchos años marcando el tempo del partido, cambiando la manera en la que la gente se relaciona con la tecnología. Así pues, podríamos decir que las ideas y revoluciones de Apple son los padres de los smartphones actuales y muy probablemente se convertirán en un referente dentro del mundo de los wearables.
Por lo tanto, lo más destacable de la ultima Keynote de Apple desde nuestro punto de vista es el salto a la conectividad LTE en su gama de relojes inteligentes que seguro desencadenará una nueva revolución en este campo.
¿Estará empezando la era de los smartwatch?